Ricardo Walter González Gómez
Datos Personales:
Edad: 21 años.
Fecha de nacimiento: 15.03.1951.
Lugar: Montevideo.
Nacionalidad: Uruguaya.
Estado civil: Soltero.
Domicilio: Montero Vidarrueta Nº 1327. Montevideo.
Ocupación: Panadero.
Militancia política: Partido Comunista (PC), Frente Amplio (FA).
Fallecimiento
Fecha de muerte: 17.04.1972.
Lugar: Seccional N° 20 del Partido Comunista en Avenida Agraciada N° 3715 casi Valentín Gómez, Paso Molino
Circunstancia: Su muerte se produce en la calle de la Seccional N° 20, producto de la herida de bala recibida durante el operativo desplegado por las Fuerzas Conjuntas. La información proveniente de la autopsia –leída por el legislador Rodney Arismendi en la Sesión de la Asamblea General del 12 y 13 de mayo de 1972- señala que fallece a causa de una sola bala en la nuca, la bala queda en el cráneo. Según la investigación de Hugo Rodríguez Almada y Fernando Verdú Pascual: hay referencias que señalan que los cuerpos de Ricardo Walter González y de Luis Alberto Mendiola, fueron trasladados al Hospital Central de las Fuerzas Armadas “pero las naturalezas de las lesiones sugiere que estaban sin vida en momentos de ordenarse el traslado”.
Documentación sobre la defunción:
El resultado de la autopsia practicada por el médico forense, Dr. Guaymirán Ríos, fue entregado al Dr. Daniel Echeverría, Juez Letrado de Instrucción de 3er. Turno, y al Juez militar de Instrucción de 2° Turno, Coronel Dr. Aníbal Macchitelli.
El estudio de la misma, al que se accede a través del artículo de Hugo Rodríguez Almada y Fernando Verdú Pascual señala:
“El análisis de la información fragmentaria recuperada en los borradores y esquemas elaborados al momento de la autopsia médico – legal, junto a lo establecido en las partidas de defunción de las víctimas, y tras su confrontación con la versión extraoficial ofrecida en el Parlamento, permite establecer las siguientes conclusiones:
Caso 1. Ricardo Walter González
Sexo masculino, raza blanca, 21 años. Presentaba una lesión única por proyectil de arma de fuego, con orificio de entrada en la región occipital (sector izquierdo de la escama), sin orificio de salida. El trayecto, que siguió una dirección de atrás hacia adelante, ligeramente descendente y oblicua de izquierda a derecha, transfixión el cerebelo y el cuarto ventrículo. Se recuperó un proyectil incluido en el contenido craneal cuyas características no es posible determinar.
En suma: muerte violenta. Injuria encefálica aguda por herida de proyectil de amra de fuego, por agresión heteroinferida”.
Los médicos Hugo Rodríguez Almada y Fernando Verdú Pascual indican en su artículo que: “Desde el punto de vista del manejo médico-legal de la situación, se destaca el hecho de que en el caso 8 se haya extendido el certificado de defunción en el propio Hospital Militar, por un médico no forense y sin la previa autopsia judicial correspondiente”.
La versión del diputado Rodney Arismendi, leída en la Sesión de la Asamblea General de los días 12 y 13 de mayo de 1972 señala: “Ricardo Walter González [fallece a consecuencia de] Un solo balazo, en la nuca, desde atrás y a la izquierda, ligeramente descendente. La bala quedó en el cráneo. Muerte instantánea por lesión nerviosa”.
Testigos: Ricardo Pallares, Omar Mesa, Esteban Belián e Indalecio Buño (vecinos de la zona).
Testimonios: Testimonio de Ricardo Pallares: “cuarenta minutos antes de la masacre oí tiros que partían del apartamento de Toyos [su casa había sido allanada al mediodía y se había montado una ratonera]. Unos diez o doce tiros sordos, dirigidos a la tierra, en el corredor. Después de los disparos comenzó el ulular de las sirenas”6.
Testimonio de Omar Mesa: “Una luz roja que partió de la casa del ministro Forteza, ubicada casi enfrente, fue la señal de inicio. La cosa se preparó a lo largo del día. De tarde, un volkswagen estuvo dando vueltas. De noche hubo apagón en el barrio. Después vinieron al edificio y desalojaron a la familia Oxley, que vivía en el piso de arriba, y allí pusieron una ametralladora (…). Un hombre parado al costado de la puerta disparaba a los que iban saliendo (…). Yo los conocía bien porque aunque nunca fui comunista siempre paraba en la 20 a tomar mate con los muchachos. Vi cómo los iban matando a medida que salían: Rubén López cayó en la casa vecina a la 20, Elman Fernández, en el frente de la casa. Por Valentín Gómez cayeron Justo Sena y Raúl Gancio. José Abreu cayó frente a la ferretería. Ricardo González, en el medio de la calle. A Mendiola le hundían una bayoneta. Mi madre oyó los gritos: ‘Por cada uno de nosotros que maten, vamos a matar siete de ustedes’ ”7.
Testimonio de Esteban Belián: “después de las sirenas empezaron los tiros. Me arrastré hasta el dormitorio del frente para sacar a mi hija. Nos fuimos con mi mujer y la niña a la cocina. Prendimos la luz y balearon hacia adentro de la casa. Creí que estaba herido porque los vidrios estallaron y me lastimaron el pecho”.
Testimonio de Indalecio Buño: “estuve en el local hasta tarde. Conversé con los compañeros encargados de la guardia. Me despedí de todos y caminé por Agraciada unos pocos metros hasta mi casa. Ya estaba acostado, tratando de dormir cuando oí sirenas, tiros y un grito que no olvido: a copar Valle Edén, que no quede nadie con vida”.