Horacio Gelós era obrero de la construcción, militante del FIDEL y edil suplente en Maldonado por la lista 1001, Frente Amplio. Fue detenido el 02/01/1976 en la Plaza de San Fernando en la ciudad de Maldonado por dos individuos de particular que fueron luego identificados como integrantes del Ejército

HORACIO GELÓS BONILLA

Datos personales:

Sexo: Masculino.
Documento de Identidad: 24.236 (Departamento de Maldonado).
Credencial Cívica: DAA 11.115.
Individual dactiloscópica: E 3344 I 4244.
Edad: 32 años.
Fecha de nacimiento: 08.03.1944.
Lugar: Departamento de Maldonado.
Nacionalidad: Uruguaya.
Estado civil: Soltero.
Domicilio: Continuación Ventura Alegre s/n, Maldonado.
Ocupación: Obrero de la construcción. Funcionario del Sindicato Único Nacional de la
Construcción y Afines (SUNCA) en Maldonado.
Militancia: Frente Izquierda de Liberación (FIDEL). Edil suplente de la Junta
Departamental de Maldonado por la lista 1001, Frente Amplio (FA). Sindicato Único
Nacional de la Construcción y Afines (SUNCA) en Maldonado, Convención Nacional
de Trabajadores (CNT).

Detención:
Fecha: 02.01.1976.
Lugar: Plaza de San Fernando en la ciudad de Maldonado, Departamento de Maldonado. Uruguay.
Hora: 20 hs.
Reclusión: Batallón de Ingenieros Nº 4 (Laguna del Sauce).
Circunstancia: Estaba con su tío Ramón Gelós en la Plaza cuando desde una camioneta marca Indio color celeste, con matrícula argentina, bajaron dos individuos jóvenes con campera y cabello largo y lo detuvieron por la fuerza. Un amigo suyo, testigo de los hechos, lo sigue en una moto hasta un camino de pedregullo que lleva al cuartel en Laguna del Sauce. Desde allí lo trasladan en un camión militar hasta el edificio del cuartel. Testigos: José Pedro Correa Sosa (amigo), Rosa Esther Bonilla (hermana), Ramón Gelós (tío), Omar Varona, Sócrates Martínez, Alberto Romero, Lucas Martínez Carballo, Amado Viera (detenidos).
 
Testimonios: Testimonio de José Pedro Correa Sosa ante la Comisión Departamental de Derechos Humanos de Maldonado (12.06.1985): A Bonilla, antes de la última detención lo habían llevado preso varias veces. La última vez, el 2 de enero de 1976, yo estaba con la moto que no me arrancaba, en la esquina de la Plaza de Maldonado. Paró un auto “Indio”, blanco o celeste claro, con una franja azul o negra, con chapa argentina, tengo dudas por los colores porque yo andaba con lentes oscuros.
Bajaron dos hombres jóvenes, con barba, campera y pelo largo y subieron a Bonilla. Tomaron Sarandí y Williman (ahora Libertador Lavalleja), al llegar al Cementerio tomaron por un camino oscuro de pedregullo, que lleva a Laguna del Sauce. No los seguí más porque se iban a dar cuenta y subirme a mí también. Serían las 19.30 o las 20.00 hs., entre tarde y noche. Me parece que en el “Indio” iban 4 o 5 hombres. (…) A mí me detuvieron el 25 de octubre y me llevaron al 4º de Ingenieros, después a Melo y después a Libertad. Estuve cuatro años y medio.
Cuando me estaban torturando en el 4º de Ingenieros, a fines de octubre o principios de noviembre del ’76, me preguntaron por Bonilla y me dijeron: “ese no jode más”. En otro interrogatorio me volvieron a preguntar por él, yo dije “Uds. Saben bien dónde está”, fue lo último que me dejaron seguir, después no me acuerdo…estuve varios días tirado.

Testimonio de Rosa Esther Bonilla ante la Comisión Departamental de Derechos Humanos de Maldonado: El día 2 de enero de 1976 llegan a casa cuatro o cinco muchachos jóvenes vestidos de civil en una camioneta marca Indio de color celeste. Preguntan si está Horacio, que lo vienen a ver por un trabajo, esto ocurre a la mañana. En la tarde, los mismos jóvenes vuelven nuevamente a buscarlo sin encontrarlo en el domicilio. Nos enteramos que el mismo día, entre las 19.30 y 20.00 horas, es llevado de la Plaza de San Fernando cuando Horacio estaba hablando con su tío Ramón Gelós. Según testigos, introducido a empujones en la camioneta Indio celeste, al parecer la que ya había estado dos veces a buscarlo.
Nos movilizamos para saber de Horacio y todo el mundo se lava las manos; en el Cuartelillo, en la Jefatura de Policía, en el cuartel y en la Base; nadie sabe nada ni está enterado de lo que le pasó a mi hermano. (…).
Testimonio de Omar Varona Rovira ante la Comisión Departamental de Derechos Humanos de Maldonado (12.06.1985): (…) Yo estaba encapuchado y cuando me pisa el pie, me doy cuenta que es Bonilla por su voz, ya que lo conocía con anterioridad, lo veía todos los días y a cada rato. Bonilla me dice, “Varona, quedate quieto que va a ser peor”. (…) Fue sólo en ese momento que menciono que noté la presencia de Bonilla. Sí, sentía los golpes que le daban, sus gritos y quejidos. (…) Nunca más supe nada de él (…).
 
Testimonio de Sócrates Martínez ante la Comisión Departamental de Derechos Humanos de Maldonado (14.06.1985): El día 3 de enero de 1976 llegaron a mi casa vestidos de particular identificándose como integrantes de las Fuerzas Armadas unas personas, aproximadamente a las 21 horas (…) en un lugar que estoy seguro por el ambiente sería Punta Ballena, nos cambian de vehículo, y nos trasladan directamente a unos ranchos que están en el predio del Batallón de Ingenieros Nº 4 junto a la Laguna del Sauce.
En ese lugar me sacan la capucha y me colocan una venda y comienzan los apremios físicos, primero “colgada”, después me colocan el “submarino seco”, donde pierdo el conocimiento, y cuando despierto estaba siendo atendido por un oficial que me hacía respiración boca a boca y masajes en el corazón. (…) Por mi situación me sacan la venda y pude ver a mi alrededor; donde observo que hay más detenidos, estaqueados, colgados y sentados en sillas atados. (…) Reconocí a Gelós Bonilla que estaba tirado en el suelo, lo reconocí por su cabeza y la falta de pelo. Además era una persona gorda identificable (…). Era un rancho de paja no precisando de que materiales eran las paredes, era una pieza grande, un espacio, otro ambiente que no puedo precisar lo que era, el piso era de tierra y se sentía el ruido del agua (…). Estos ranchos cuando estuve detenido en 1973 eran donde descansaba la guardia que custodiaba la laguna. (…).

Autores: Integrantes del Organismo Coordinador de Actividades Antisubversivas (OCOA IV, Maldonado). Varios detenidos en sus testimonios identificaron a los siguientes efectivos militares y civiles: Sargento Amorín, Teniente Nelson Silvera de Cerro Largo, Alférez Dardo Barrios de Rocha, Teniente Carlos Techera (a) “El Caballo”, Capitán Stocco, Capitán Eduardo Giordano, Oficial Cristo, Mayor Premoli, Comandante Juan Cirilo (S2 a cargo de la tortura), Coronel Artigas Bianchi, Dr. Julio César D´Albora, médico militar, Dr. José Luis Braga, médico militar, Dr. Francisco Pons, médico militar.
 
Casos conexos: Operativo represivo contra el Partido Comunista en Maldonado y detenciones masivas de dirigentes sindicales.
 
Desaparición

Fecha posible de fallecimiento: 06.01.1976.

Lugar: Batallón de Ingenieros Nº 4 (Laguna del Sauce), en el lugar conocido como “el chiquero”, a los fondos del cuartel. Sus restos habían sido encontrados en una zona de bosques ubicada entre a Ruta Interbalnearia y la Costa.
Hora: 14-15 hs.
Circunstancia: Fallece luego de estar estaqueado y recibir feroces torturas. Habría sido castrado por un guardia que estaba fuera de sí por la resistencia que oponía. El lugar donde ocurren los hechos es dentro del área del cuartel ubicada a orillas de la Laguna del Sauce, lugar utilizado para realizar la técnica de tortura conocida como “submarino” a los presos. El día que lo matan, los militares despliegan un operativo de búsqueda en la zona para disimular su muerte.
Testigos: Amado Práxedes Viera, Julio Barrios (detenidos).
 
Testimonios: Testimonio de Amado Práxedes Viera ante la Comisión Departamental de Derechos Humanos de Maldonado (03.1986). En expediente del Juzgado Letrado de Primera Instancia de 2do. Turno de Maldonado: Ahí (Batallón de Ingenieros 4) (…) y se lo habían llevado a Bonilla y había un señor de allá de La Barra, no me acuerdo del nombre, del que tenía inmobiliaria Medina. Entonces una noche estaban preguntando dónde eran los campos de Polanco, una propiedad que compró el Sindicato de la Construcción, SUNCA para un parque de vacaciones de obreros de la construcción, no recuerdo si está en Polanco de Minas o Pan de Azúcar, sé que en los límites de Minas, por ahí es entonces, yo no se qué le estaban haciendo a ese compañero, una tortura muy tremenda, porque el tipo primero pedía que lo matasen antes de hacerle eso y después yo sentí unos quejidos bárbaros, para mí que en ese momento desapareció.
(…) Era Horacio Gelós Bonilla. Yo lo que sentía es que él estaba como estaqueado y que las cosas que le estaban haciendo serían muy graves porque en determinado momento él dijo que para que le siguieran haciendo eso, era preferible que lo mataran; después él empezó a quejarse, a gritar y pedir que lo ahogasen o que lo matasen, hasta que la respiración que era muy fuerte se empezó a sentir cada vez menos hasta que de repente se oyó como un quejido y luego no se oyó más nada y en ese momento nos sacaron muy rápido a todos, yo calculo que en cinco minutos cargándonos de apuro en un coche y llevándonos de ahí. Eso fue lo último que yo recuerdo de él.

Testimonio de Carlos Julio Barrios ante la Comisión de Derechos Humanos de Maldonado (26.09.1986): Venía uno uniformado, que me puso la ametralladora en las costillas y los otros de particular. Revolvieron toda la casa [fue detenido en su chacra, en las cercanías de Cerro Pelado] y dijeron que era un secuestro, que se trataba de un comando independiente. Yo no se adónde me llevaron, supongo que sería cerca de la Laguna del Sauce. Ahí fueron indescriptibles las torturas. Me colgaron de las manos y del cuello, me pegaban fuerte por todos lados; en el estómago, en los testículos.
También me daban picana y eso duró horas. (…). Me sentaron en el suelo y me interrogaron sobre una lista secreta de contribuyentes al Partido Comunista. De repente vino uno que le dijo al que me interrogaba…’déjelo a ese viejo traidor, que ahora vamos a hacerle una operación a su querido camaradita Bonilla y después se la hacemos a él’… Ahí me levantan la capucha y traen a Gelós Bonilla, maneado con las rodillas junto a la cabeza. Los traían a rastras. Ahí vi que lo castraban y salía sangre a borbotones. Yo sólo veía parcialmente el cuerpo de Gelós, se quejaba espantosamente. Los quejidos se fueron apagando y a mí me ponen una venda en los ojos y la capucha y me llevan a unos 20 metros del lugar con un soldado al lado.
Ahí se produce un gran revuelo entre los torturadores y siento que no muy lejos de mí se preguntan si largaban a Viera. Varias veces les había oído decir que o hablábamos o nos mataban y tiraban al medio de la laguna. (…) Los cargaron a todos en un vehículo y me tiraron en Rincón y Francisco Maldonado. Me dijeron que no me sacara la capucha hasta que no pasaran cinco minutos. Era la madrugada del 6 de enero de 1976. (…).
 
Atribuido a: Personal del Batallón de Ingenieros (Laguna del Sauce) integrantes del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA IV).